martes, 5 de octubre de 2021

Vergüenza (2)



Presenciar la vergüenza íntima del castigado transmite y refuerza la norma. Lo hace como amenaza hacia el resto, pero también porque el grupo se reconoce en la vergüenza infligida al otro como fuente de un placer compartido. El castigo no ha desaparecido nunca. Siempre existe la posibilidad de ser castigados o burlados, y de contribuir, así, con la propia degradación, al refuerzo normativo de la comunidad (Garcés 43).



Ya lo decía Foucault, pero “la vergüenza (también) puede ser una palanca de resistencia, un argumento de recomposición o un impulso hacia una transformación radical”.


Casi retruécano.



Referencia

Garcés, Marina. Escuela de aprendices. Galaxia Gutenberg, 2020.









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