lunes, 26 de julio de 2021

Archivar


"Un archivista, a veces, es peor que el fuego. Peor que el olvido" (Bonells 37).



Referencia

Bonells, Jordi. La Anunciación. Alianza Editorial, 2010.




Regresar al edén

 

Este texto es una reseña que no quería serlo pero como el libro en cuestión me dio par repensar algunas certezas propias la uso como una voz interna y, a la vez, reivindicación de la obra de un muy buen historietista y de una de mis pasiones, el cómic, género literario al alza largamente denostado.


La historia arranca en negro, como aquella película de von Trier. Formato apaisado y tacto satinado. Al cabo de varias páginas destellos en blanco esporádicos pero lineales que, según volteamos la hoja, identificamos con viñetas que, progresivamente, ocupan y llenan de colores las páginas. Esos colores, con abundancia del gris-azulado, el verde aceituna, el ocre y tonos pardos, reflejan una época de miseria y apagón: el franquismo. Regreso al Edén es el nuevo cómic de Paco Roca, autor que tiene fijación por la microhistoria. Un relato sensible que da voz a una historia no oficial también largamente acallada y que, sin embargo, padeció mucha gente, vencida o no, en distintas partes de España.


A partir de una foto, lo único y más preciado que le queda a Antonia, personaje y madre de Roca, Paco reconstruye la vida de la mujer y destaca los rasgos más significativos de su tiempo. En esa foto dominical dos hermanas y dos hermanos posan junto a su madre en la playa de Nazareth, más adelante reconvertida en puerto de Valencia. Una familia o lo que queda de ella puesto que falta el padre, un bruto, el hermano vividor y otra hermana casada y lejos ya ambos del entorno familiar. Pero el documento es también testigo de la ingenuidad de la joven y de un regreso imposible. Una proyección del edén.


La historia de Roca no solamente deja de ser particular, además empatiza con la cosmovisión de aquellas personas sometidas por el miedo, el hambre, el estraperlo, la ignorancia y la violencia desde las instituciones gubernamentales, las eclesiásticas y los malos vecinos. Sin embargo, y a pesar de la crudeza y las carencias hoy ya olvidadas, el autor no se aventura en definir la naturaleza humana y aguanta el pulso a la sensiblería y a la revancha. No es eso, aunque motivos de denuncia no faltan, lo que más le interesa sino comprender, saber, diseccionar su ser y, al mismo tiempo, dejar constancia del fulgor de esas vidas arrebatadas. Luces que irremisiblemente se apagarán, sí, pero en su mano estaba dejarlas caer en el olvido y, afortunadamente, no lo hizo.


Referencias

Roca, Paco. Regreso al Edén. Astiberri, 2020.




sábado, 24 de julio de 2021

Cultura del esfuerzo

 

«Trabajar deprisa para vivir despacio» (Montserrat Caballé (Boeglin 51))


Esta frase así, descontextualizada, podría inducir a error. Ni el menosprecio al trabajo ni el despliegue de sus virtudes son nuevos, ni tiene por qué colisionar el trabajo con el ocio. Vivimos una era muy flexible... No obstante, lejos de la carga pesada y en un contexto académico, Boeglin propone trabajar concienzuda y racionalmente para sentirse satisfecho y acometer el desafío que representa realizar un Trabajo Final de Grado (TFG), de Máster (TFM) o una tesis doctoral sin morir en el intento. Toma de apuntes, orden de ideas, técnicas de relajación, pausas, constancia, disciplina, un calendario, evaluación de los logros, gestión del tiempo, etc. Cosas que aligerarán y acelerarán la tarea y que deberían enseñarse desde el principio en el escuela para sacar mayor partido a las miles de horas que un estudiante pasa en el aula.


Pero, como animales sociales que somos, además funcionan como pautas para la vida y la emancipación porque, queramos o no, hipotecaremos parte de nuestro tiempo. Así que no es solo un consejo, es también una advertencia. Sin embargo, este aviso es falsable porque la vida nos enseña cómo se expande la corrupción a pesar de las buenas intenciones y métodos con las que cualquiera se empeñe. O sea, que la frase implica mucha fe y nos retorna al mantra benedictino ora et labora. Una decisión que, quién sabe, quizá sea lo único que nos pertenece y dé sentido a nuestras vidas cuando las extremidades crujen. Especialmente si, mecidas por una brisa suave y el rumor de la mar, reposan alerta al deseo sobre una playa de arena fina y blanca un día soleado libre de cualquier tipo de contaminación a una temperatura de 25º.



Referencia

Boeglin, Martha. Leer y redactar en la universidad. Del caos de las ideas al texto estructurado. MAD, 2007.




viernes, 16 de julio de 2021

Luri el vándalo

 

La buena voluntad de Luri es manifiesta pero en su rescate del docente como la figura central de la educación para transmitir contenidos desbarra ligeramente. En su defensa, sin embargo, el uso mercantilista de la escuela que hace el mercado, la dejación de la administración y el clientelismo de las familias, a menudo desorientadas en lo que significa educar. Luri defiende la escuela como un espacio de paz ajeno a las intromisiones y las frustraciones de los adultos. Reivindica un retorno al pasado ilustrado de la escuela republicana, a la excelencia y a la meritocracia. Sus intenciones son buenas y se basan en su experiencia y en la de muchos docentes pero en el ataque a la Escuela Nueva y sus derivados sentencia muy gravemente.


El destinatario de la Educación no es un “yo” psicológico (sic), sino un “yo” político. Hablar de la autonomía como un atributo del yo sitiado y despejado del sentido de copertenencia es hablar de la autonomía de un autista” (Luri 90).


A) El “yo” político integra al psicológico, como propuso Freud.

B) En la segunda frase puede que tenga razón pero, ¿qué sentirá un asceta? Y, ¿no puede haberlos entre nosotros?


La cosa se complica cuando cita a Tácito (Luri 95).

Corruptissima res publica, plurimae lege (“Los regímenes más corruptos son los que más leyes tienen”).


La tiene tomada con Freud y la intrusión de la psicología en asuntos públicos. Algo de razón no le falta. Pero esta frase sin tener en cuenta su buena intención es fácilmente traducible por la petición de la reinstauración de la Ley del padre más autoritaria. Está claro que la democracia es volátil y veleidosa, pero a ver si nos vamos a arrepentir de ciertas afirmaciones. Este zeitgeist que vivimos ahora de cierta repulsa a lo políticamente correcto se produjo en la República de Weimar y durante el período de entreguerras en el seno de la intelectualidad europea, dividida entre aliadófilos y germanófilos. Queda claro el descontento con muchos aspectos de la vida y la necesidad de más diligencia y celeridad en la propuesta y ejecución de soluciones, pero ya sabemos cómo terminó todo aquello. Ahora bien, la exaltación del ego las últimas décadas admite serias dudas sobre el compromiso social. Cuando éste se derrumba surge el caos más virulento. Algunos darán rienda suelta a lo más oscuro de su ser, otros serán sus víctimas. Quizá, después de todo, la moderación no esté tan mal. Puede que esta sea la auténtica reivindicación de Luri pero la expone mal.


Referencias

Luri, Gregorio. La escuela contra el mundo. El optimismo es posible. 2ª ed., Ariel, 2020.



sábado, 10 de julio de 2021

Ay (2)...

 

La lucidez del agotamiento, alma en pena, viejo, verdades como puños, hostias como panes.


«[W]hen we are young we invent different futures for ourselves; when we are old, we invent different pasts for others» («Cuando somos jóvenes inventamos futuros para nosotros; cuando somos viejos inventamos pasados para los demás») (Barnes 88).



«[A]nd If we’re talking about strong feelings that will never come again, I supposed it’s possible to be nostalgic about remembered pain as well as remembered pleasure» («Y si estamos hablando sobre sentimientos fuertes que nunca volverán, supongo que se puede estar nostálgico tanto del dolor recordado como del placer recordado») (Barnes 89).


Rematar con She Walks In Beauty (Marianne Faithfull & Warren Ellis, 2021). 


Referencias

Barnes, Julian. The sense of an ending. Random House (Vintage International), 2011.






viernes, 2 de julio de 2021

Ay...

 

When you are young, you think you can predict the likely pains and bleaknesses that age might bring (“Cuando eres joven piensas que puedes predecir los probables dolores y las crudezas que la edad puede traer”) (Barnes 65).





Referencias

Barnes, Julian. The sense of an ending. Random House (Vintage International), 2011.





Ceguera creativa

 

Contra la laxitud educativa, el antiintelectualismo, la frivolidad innovadora y la denigración de la figura de los docentes, cosas que, de entrada, afectan con creces a los que menos recursos tienen. La discusión es larga, ideológica y mercantil. Luri (32) propone.

En una ocasión, un alumno de una escuela de cine le preguntó a Steven Spielberg por las clases de creatividad, a lo que este respondió: «Lo que hace falta es conocer el oficio. Y trabajar mucho. Preocúpate por hacer bien el trabajo y deja los juicios sobre tu creatividad en manos de los otros».


Lamentablemente no sólo debemos preocuparnos por hacer bien el trabajo.



Referencias

Luri, Gregorio. La escuela contra el mundo. El optimismo es posible. 2ª ed., Ariel, 2020.