Una empresa busca alicatador/especialista en tabiquería seca para trabajar en Renania del Norte (Westfalia, Alemania), zona entre Países Bajos, Bélgica, Francia y Alemania que Hitler remitalizara en 1936 a pesar del Tratado de Versalles (1919) y tras haber ocupado el Sarre. La compañía ofrece un sueldo de entre 2.500€ y 4.500€ al mes por 40 horas semanales, y de lunes a viernes. Horas extras aparte y gastos de alojamiento cubiertos. Además, el trabajo es de interior. Sin embargo, la descripción admite dudas. La jornada es a tiempo completo, pero los turnos son de ocho horas. De entrada parece un chollo, pero no me quito de la cabeza a los dos operarios magrebíes que, tras un bocado, aguardaban la vuelta al trabajo en una caseta de obra prefabricada colocada al final del parque de Camino de Gantxegi (Donostia). Mientras uno comía y miraba el móvil, el otro sesteaba a sus pies. Como dos personajes expresionistas contorsionados, encajaban y rebosaban del continente a través de la puerta abierta, que también hacía las veces de ventilador.
Imagen que enlazo con una película brasileña producida por Fernando Meirelles, 7 Prisioneros (Alexandre Moratto, 2021). Mediante un conocido y muchas promesas de prosperidad, cuatro mozos que conviven con sus familias y la miseria en zonas rurales, entre ellos Mateus (Christian Malheiros), de 18 años, se enrolan para ir a trabajar a Sao Paulo. Ingenuos. Les esperan jornadas de 12 horas en una chatarrería para saldar una deuda que no creían contraída. Choque de civilizaciones. Si en Occidente la jornada laboral está más o menos regulada, en Brasil los tentáculos del estado son flácidos. Pero, ¿puede extrañarnos ese grado de corrupción y maltrato? Nuestro sentido de la dignidad se quiebra al vislumbrar la coacción y el régimen de semiesclavitud.
Pero lo peor está por llegar puesto que Mateus, a pesar de ser el revolucionario del grupo, se hace con la confianza del jefe. El origen de Luca (Rodrigo Santoro) es similar al suyo y gracias a sus trapicheos ha conseguido mejorar la situación de su familia, pero no puede decir basta. Así, Mateus visita talleres textiles clandestinos y conoce el tráfico de personas de primera mano. Sin embargo, en lugar de atizar su espíritu rebelde, la experiencia le aleja de la idea inicial de huir junto con sus compañeros y decide aprovechar la “oportunidad” que le da la vida. Un mensaje con calado que desmorona las opciones de resistencia en según qué contextos. El capitalismo actual, una versión que transforma la idea de dignidad por capacidad de consumo, egocentrismo y skills, tiene en la seguridad, la prevención y la autorrealización sus mejores aliados para quebrar una ética responsable. Esta revisión del utilitarismo esté apoyada por autores occidentales de prestigio que, por refrendar sus estadísticas y tesis, ignoran voluntariamente tanto desastre y la asimetría de la ecuación.
* Alicatar (Derivado Del árabe hispano alqáṭ[a], y este del árabe clásico qaṭ, corte)
1.- Revestir algo de azulejos.
2.- Cortar o raer los azulejos para darles la forma conveniente.
3.- Cuba. Construir una pared o un muro con ladrillos colocados de canto.
Una definición menos aséptica debería incluir que lo más importante del alicatado y los azulejos es la protección del muro ante la humedad, que resbala hacia el sumidero, y su relativa facilidad de limpieza, por eso suelen colocarse en baños, cocinas y en fachadas de edificios de pueblos de mar, aunque ya se usaran en el arte hispanomusulmán y mudéjar.
Referencias
British Council (2021). Four book summaries. Recuperado de https://learnenglish.britishcouncil.org/skills/reading/advanced-c1/four-book-summaries
Filmaffinity (2021). 7 Prisioneros. Recuperado de https://www.filmaffinity.com/es/film633882.html
RAE. (2021). Alicatar. Recuperado de https://dle.rae.es/alicatar?m=form
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