lunes, 3 de mayo de 2021

Urge terapia de choque

 

Mother! (Madre!, Darren Aronofsky, 2017)



Cuando el texto se publica y alcanza al lector deja de pertenecer al autor, quién, de ahora en adelante, solamente preservará los derechos y los royalties por haber dado con algunas verdades que iluminan y extienden lo escrito y sus pausas a los demás. Esta premisa acepta que a) el autor quiera ser lisonjeado por los aduladores y b) que los receptores interpreten lo que les conviene o lo que más les impacte del mensaje en función de sus y las circunstancias. “Sunt lacrimae rerum (“las cosas tienen sus lágrimas”, Virgilio), pero sus lágrimas no les pertenecen del todo, también han sido (y son) las nuestras” (Gándara, 187).


Mother! es una película que navega entre corrientes opuestas y se la juega. Feminismo vs patriarcado, creación vs destrucción, creatividad e inspiración vs sequedad, negocio lucrativo vs generosidad, exposición mediática vs pérdida de la privacidad, interior vs exterior. Una amalgama de asuntos que, por aceleración, se resuelven con precipitación tras un inicio angustioso y muy intrigante que recurre a tópicos del género de terror y plantea dudas serias sobre la autoría. ¿Este es el Aronofsky de Pi, fe en el caos (1998), Réquiem por un sueño (2000), El luchador (2008) o Cisne Negro (2010)? Pues sí, “soy el que soy”.


Erigido en Yahvé de su nueva creación, su singladura anárquica quiere ser una tragedia, cruel, que, como la palabra bíblica, trascienda el tiempo y se clave en la mente y los corazones de los oyentes/espectadores. Humanas/os, se nos cae la casa encima o, lo que viene a ser lo mismo, se nos seca el planeta. Mother! es una película capaz de provocar emociones intensas aunque opuestas. En ese caso, el peligro es que la histeria deje indiferente y haya que tratarla...



Bibliografia

Gándara, Alejandro. Dioses contra microbios. Ariel, 2020




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