lunes, 14 de junio de 2021

La cabra

 

Entre dos proverbios africanos y el suspiro de un legionario.


Un ejército de ovejas liderado por un león es capaz de derrotar a un ejército de leones liderado por una oveja” (Couto 139).


Ahora bien,


[t]en cuidado con los leones, pero ten más cuidado con la cabra que vive en el cubil de los leones” (Couto 175).





Referencia

Couto, Mia. La confesión de la leona. 2012. Alfaguara, 2016.

jueves, 10 de junio de 2021

Yo plaqué a Teo García

 

Un decorador-director de arte que odiaba el modernismo catalán me confesó que no sabiendo qué hacer en Barcelona en julio los domingos se iba al decorado a barrer y pensar. Yo era atrezzista de montaje en aquel proyecto y no tenía ningún reparo en pasar el domingo entre volutas y elucubraciones. El caso es que hoy, hace un rato, mientras fregaba los platos pensaba en la película que vi ayer, Xtremo (Daniel Benmayor, 1978), y sobre la que haré una entrada. En el film, el protagonista es un karateka-repartidor de bofetadas. Pero el personaje real también ha escrito el guion, cosa que me sorprendió porque pensé que en este país no estamos muy acostumbrados a que se hagan películas sobre el ego de un actor. Lo cual no es cierto, puesto que ahí quedan las penelopadas, pero también la consideración al resto de los departamentos que participan en la confección de las películas mediante premios que se otorgan a personas para que se incrusten en nuestro imaginario.


Sea como fuere, Teo García, con sus 49 años, ha conseguido autohomenajearse y convertirse en el primer dador de hostias made in Spain serio. Lo fuerte del asunto, y casi rompo la vajilla de porcelana, es que ese tío compartió clase conmigo en, creo, 4º de EGB en las entonces Escuelas Nacionales de Vielha, y que quiso pegarme porque a) quizá le hubiera provocado llamándole "chulo", y b) porque como él mismo afirma es/era un fan acérrimo de Bruce Lee empeñado en practicar en los recreos con cualquiera que se le opusiera. No voy a decir aquí que él fuera un pretencioso pues queda muy lejos en el tiempo esa historia pero sí recuerdo dónde fue la pelea (en el recibidor o entrada del edificio) y que se saldó con un placaje e inmovilización al karateka después de que este soltara una patada dirigida a mi cara. Mala leche, sí. Creo que a partir de entonces no nos dirigimos la palabra en lo que quedaba de curso...


En aquella época la práctica de este arte marcial formaba parte de la escasa oferta de extraescolares divertidas en Vielha. Podías formar parte de la banda de música, jugar a fútbol o, si eras chica, convertirte en majorette y mito erótico para los chicos. A mí me tocó fútbol, que era gratis, pero algunos compañeros que han llegado a ingenieros practicaban la rotura de ladrillos. De hecho, yo también quise pero lo pospuse hasta que empecé a trabajar en la construcción. Pero ¡ay, huye de la vanagloria y regresa al redil!. Este tío es un crack de las artes marciales, su esfuerzo le habrá costado convertirse en quinto dan y, especialmente, conseguir financiación para la película. Spanish Dream. Formará parte del Olimpo de los dioses que se han codeado conmigo, ¿la oveja negra?


Referencias

Barricada. ”La oveja negra”. Balas blancas, 1992, https://www.youtube.com/watch?v=_CasNLWmiuY

Lucas, Beatriz. “¿Quién es Teo García, el aspirante a Vin Diesel español de Netflix tras Xtremo?”. Sensacine, 7 jun. 2021, https://www.sensacine.com/noticias/cine/noticia-18588214/









miércoles, 9 de junio de 2021

Malestares

 

En la novela de Couto (115), este diálogo.


Justamente padre, porque es una niña debe aprender a dar puñetazos, mordiscos, patadas…

Esas no son palabras de un creyente. Aquí enseñamos a amar al prójimo.

De quien más hay que defenderse es precisamente de los más prójimos.


Freud (1930) planteaba otra cuestión. ¿Se puede amar a un desconocido tanto o más que a alguien de tu familia?



Referencias

Couto, Mia. La confesión de la leona. Alfaguara, 2016.

Freud, Sigmund. El malestar en la cultura. 1930. Alianza Editorial, 1970.




domingo, 6 de junio de 2021

Cambio de manos

 

Gran Torino (Clint Eastwood, 2008)


Walt Kowalski (Clint Eastwood), veterano de la guerra de Corea (1950-1953), mecánico jubilado, racista, tradicional y malhablado, padre de dos hijos (Porelinteréstequiero y Andrés) y abuelo de varios nietos acaba de enviudar. Vive en un barrio habitado por migrantes de la etnia hmong. Puajj!, lapo al suelo, amarillos” para Wally, como le llama Sue, hermana de “atonThao”, el chico diligente que intenta robarle el Gran Torino del 72 como bautismo de fuego para entrar, en contra de su voluntad, en la banda del barrio que lidera su primo chungo. Para Walt el coche y Daisy, su perra, son lo más preciado e interesante de lo que le queda en la vida hasta que entabla relación con los vecinos y se erige en héroe de barrio. Las afrentas de la banda a Thao y a Sue desencadenarán el regreso de un Harry “el sucio” que ya no está para muchos trotes.


El viento mece la bandera, la luz es tenue, el cielo está encapotado. Presagio de la tormenta que se avecina, Gran Torino arranca con un tono inerme y de despedida que se ilumina con la espontaneidad interpretativa de Eastwood. Contrapicados y picados apuntan al personaje y al clímax de una carrera pero también avisan a navegantes. Canto del cisne de un héroe, concluye una época de estabilidad y, también, de paternalismo. Como sucediera en El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962), la modernidad se impone, en los gadgets, las armas y muchas maneras, pero algunas cosas permanecen. Son las mismas bandas estrafalarias de siempre con sus tipos feos, deformes y estúpidos. Son los mismos pueblerinos asustados de Infierno de cobardes (Clint Eastwood, 1973). Detrás de este héroe vendrá otro. Quizá no deba ser tan expeditivo pero sin duda es necesario. La fe es crucial.


Clint Eastwood lleva despidiéndose desde Sin Perdón (Clint Eastwood, 1992) y haciendo lo que siempre ha hecho de una manera magistral y entrañable. A nadie le gustaría tener un padre como Walt pero a todos un vecino como él. Que repita hasta la saciedad “jamón” y “atontao” solo a los pusilánimes puede molestar. Ay, cuánto se le echará de menos cuando ya no esté.



Referencias (en APA)


Def Con Dos. “No me ralles el coche”. En: Alzheimer (1995). España: Dro East West. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=mXtQ-ZrtZts

Eastwood, Clint (2008). Gran Torino. USA, Alemania, Australia: Village Roadshow; Malpaso Productions; Media Magik Entertainment.





Tan lejos, tan cerca (1)

 

Hace unos días en Estados Unidos,

«los dioses aplastados se vuelven demonios» (Offill 140).


Hace poco, en Mozambique,

«una palabra que no puede salir de la boca acaba convirtiéndose en baba ponzoñosa» (Couto 101).




Referencias (en MLA)

Couto, Mia. La confesión de la leona. Alfaguara, 2015

Offill, Jenny. Clima. Libros del Asteroide, 2020.



viernes, 4 de junio de 2021

Ruidosssss

 


"Nik aspaldi erabaki nuen ez nuela zaraterik nahi. Jendearen zaratak ez dit uzten musika entzuten, neure buru barneko doinuak eta munduaren erritmoa aditzen" (Jaio 74). 

 

Desde hace tiempo decidí que no quería ruido. El ruido de la gente no me deja escuchar la música, oír mi melodía interior y el ritmo del mundo.


Y, sin embargo, el mundo es tan ruidoso para los animales.


Referencia (en MLA)

Jaio, Karmele. Musika airean. Elkar, 2009.








jueves, 3 de junio de 2021

Una historia de martillazos

 


El insulto (Ziad Doueiri, 2017)



Beirut. Toni, cristiano libanés, riega las plantas de su balcón sin importarle que el agua que se derrama por un canalón ilegal caiga sobre la cabeza de Yasser, palestino y capataz de la obra que se está ejecutando justo ahí. Los obreros se personan en casa de Toni para poder canalizar correctamente el desagüe pero éste se niega. Yasser decide hacerlo sin su permiso desde la calle pero Toni rompe de un martillazo la reparación y Yasser le espeta con un “capullo de mierda” que reabre viejas heridas. Un asunto sin gran trascendencia acaba convirtiéndose en un proceso judicial de dimensión nacional que enfrenta a un padre y una hija abogados; y a los cristianos con los palestinos del Líbano bajo la mirada omnisciente de los judíos y el sharonismo.


El insulto es una película sobre la importancia y las heridas del lenguaje, sobre los actos de habla, los significados y los significantes en un entorno de crispación religiosa y de revanchismo. La memoria histórica del cineasta se retrotrae al ataque palestino a Dhour en 1976 durante la Guerra civil libanesa (1975-1990). Paralelismos, metáforas, sermones y tecnopop se mezclan en esta cinta interesante, buenrollista y algo sensiblera que apela a la reflexión, a la moderación, al abandono del victimismo y a reconocer el sufrimiento ajeno. Palabras mayores y temas anexos sobre los que hurgar, pero si Doueiri (West Beirut; Lila dice esto; El atentado), homme pressé, da un paso adelante, quiere solucionar de un martillazo la herida milenaria abierta con otro para irse de fiesta.






Offillismos 3

 

El chiste


«Lo que quiero saber es lo que le va a pasar a nuestro clima, el americano» (Offill 75).



Las cosas prácticas (Offill 142 y 153)


  • Encender fuego con un envoltorio de chicle y una pila AA.

    Se corta el envoltorio con forma de reloj de arena y se conecta a los dos polos de la pila. La corriente provocará durante unos segundos la combustión del papel y la llama para encender una vela o la yesca.

  • Fabricar una vela con una lata de atún en aceite.

    Agujerear la lata e introducir un rollo de papel de periódico de unos 7 cms hasta dejar un cms. Dejar que el aceite empape la mecha y encenderla. Proporcionará luz durante dos horas de y el atún seguirá siendo comestible.

  • Comer la cara interna de una abedul si estás muy muy apurado. 

  • Por lo visto los chicles reactivan la moral, quitan el apetito y funcionan como cebo si son brillantes y azucarados.

  • Usara tabaco húmedo como emplasto sobre una herida.

  • Se pueden comer hormigas rojas; bulbos de lirio o hacer sopa con dientes de león.

  • Si no tienes agua ni comas ni hables pero no te bebas tu orina y funde la nieve antes de beberla.

  • Contra el dolor de muelas una aspirina machacada

  • Pasta de dientes = bicarbonato sódico, aceite esencial de menta y agua.


Lo que no dice la autora es que es importante proveerse de latas de atún o sardinas en aceite (¿de oliva; de girasol?. En escabeche es probable que no funcione); saber distinguir un abedul; no ser diabético o llevar chicles sin azúcar (¿les gustarán a los peces?; fumar; ser valiente; e ir al dentista con frecuencia y que te importe lo molesto que resulta para los demás el mal aliento.




Bibliografía

Offill, Jenny (2020). Clima. Barcelona: Libros del Asteroide.








miércoles, 2 de junio de 2021

Offillismos 2


“Una de las cosas buenas que tiene ser adicto a las pastillas es que no se considera una adicción, se considera un hábito” (24). Quizá relacionado con que “todo el mundo (esté) intentando dormir menos (puesto que) [e]l insomnio se ha vuelto una especie de medalla de honor” (120) y el trabajo también. 

¿Quién te da aaaalas?


Mañana el chiste y las cosas prácticas.


Bibliografía

Offill, Jenny (2020). Clima. Barcelona: Libros del Asteroide.